El primer paso fueron los planos que, por suerte, conseguí en la página de los arquitectos. Una vez importadas y escaladas las imágenes en AutoCad, me dispuse a dibujar las piezas necesarias para la construcción de la casa, teniendo en cuenta los encajes entre ellos, buscando soluciones y planteándome cualquier problema que pudiera surgir.
Una vez dibujadas todas las piezas de la casa y comprobadas para evitar fallos más tarde, me dispuse a crear las trayectorias en Vcarve para poder llevar las piezas a la máquina de control numérico.
Cuando tuve creadas todas las trayectorias, empecé a fresar en planchas de madera de 5 mm de espesor, exceptuando el tejado, que iba fresado en pvc de 2mm.
Una vez fresadas y lijadas las rebabas de todas las piezas, empecé a comprobar cómo encajaban.
Cuando hube comprobado todas las piezas, comencé a cortar las ventanas en metacrilato transparente de 2mm.
El siguiente paso fue trabajar las distintas paredes de piedra que tuviera la casa, que en este caso eran tres.
Primero dibujé cada roca en espuma de poliestireno, y una vez que tuve el dibujo, repasé los contornos con un cutter para agrandar el espacio entre piedra y piedra hasta que obtuve el resultado que quería.
Cuando las piezas estuvieron terminadas, tuve que pintarlas, así que sacando partido de que mi base de poliestireno ya tenía un color gris que podía aprovechar para conseguir el aspecto de una piedra, sólo tuve que añadir tonos blancos y negros con la técnica del pincel seco.
Cuando ya tuve todas las piezas cortadas, comprobadas y pintadas, empecé a unirlas con cola blanca y pegamento de metacrilato.
Mientras las piezas se secaban, empecé a preparar el terreno para la maqueta, uniendo espuma de poliuretano y de poliestireno sobre una base de aglomerado, consiguiendo la altura necesaria para poder generar una cuesta en la que más tarde depositaría una simulación de nieve. Incluí también algunas texturas en los bordes, ya que ahí no se acumularía tanta nieve como en el centro del modelo.
Ya con la forma final, enmasillé la superficie tapando los orificios que se podían haber generado con las uniones o el lijado, para poder pintar después sin tener problemas al trabajar sobre las espumas.
Junto con las piedras, di color al tejado.
Mientras la pintura terminaba de secarse comencé la parte más costosa del modelo. El exterior de la casa original está compuesto por tablas de madera, y tras varias pruebas de materiales, decidimos que la opción más lógica y que mejor resultado ofrecería era forrar la maqueta con pequeños listones de madera.
También tuve que añadir madera para generar los marcos de puertas y ventanas, lijando las piezas que sobrasalían.
Cuando la pintura del terreno hubo secado comencé con la instalación eléctrica. Calculé el lugar en el que tendría que hacer el orificio de entrada y salida de cables, tanto en la base de la casa como en las espumas, pues el cableado atravesaría el terreno, conectando los leds con la pila, colocada en una hendidura dentro del terreno, unida a su vez con un interruptor encrustado en uno de los laterales de la base.
Para no dejar el circuito eléctrico totalmente cerrado sin posibilidad de arreglar cualquier problema en caso de que este surgiera, decidí que no iba a cerrar permanentemente el tejado, sino que iba a diseñar un cierre por imanes para hacer posible la retirada del tejado en caso de que fuera necesario.
Corté un retal de chapa metálica teniendo en cuenta la forma del imán del que disponía.
De esta manera, el tejado puede ser retirado sin ningún tipo de complicación.
El siguiente paso fue realizar los pilares que mantienen la arquitectura recta sobre el terreno. Corté a medida una varilla de 1cm de diámetro y la uní con cola a la parte inferior de la maqueta.
Desapués, añadí las columnas que rodeaban el porche de la casa.
Y así hube terminado la arquitectura principal de mi modelo.
Y así quedó tras la aplicación de la nieve.
